No te embarcas en el negocio solo, sino que lo construyes con la ayuda de una firma global que ya tiene un nombre, una misión y ha demostrado ser rentable. Tu única inversión es tu tiempo.
Seleccionamos un centro de datos que se ajuste a nuestras necesidades y que, además, se encuentre a una distancia razonable de su ubicación (ya sea su oficina o su hogar). Nos encargamos de la inversión y la implementación, y usted se encarga de la instalación, configuración y mantenimiento del nuevo hardware.